Como se declaran las subvenciones agricolas

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Kimberly Amadeo es una experta en economía e inversión en Estados Unidos y el mundo, con más de 20 años de experiencia en análisis económico y estrategia empresarial. Es la presidenta del sitio web económico World Money Watch. Como escritora de The Balance, Kimberly ofrece una visión del estado de la economía actual, así como de los acontecimientos pasados que han tenido un impacto duradero.

Los subsidios agrícolas son beneficios financieros del gobierno pagados a una industria específica, en este caso, la agroindustria. Estas subvenciones ayudan a reducir el riesgo que corren los agricultores a causa de las condiciones meteorológicas, los corredores de productos básicos y las interrupciones de la demanda. Pero han evolucionado hasta convertirse en algo muy complejo. Por ello, sólo los grandes productores pueden beneficiarse de las subvenciones agrícolas.

Hay subvenciones más pequeñas para el cacahuete, el sorgo y el mohair. Los productores de carne, frutas y hortalizas solo pueden beneficiarse de los seguros de cosechas y de las ayudas por catástrofes. Entre 1995 y 2017 se pagaron 369.700 millones de dólares.

En 2017, la industria combinada de la agricultura y la alimentación representó el 5,4% de la economía estadounidense. Empleaba al 11% de los trabajadores. La agricultura en sí misma aportó el 1% del producto interior bruto y empleó al 1,3% de los trabajadores.

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Los agricultores suelen recibir ayudas a la renta en función del tamaño de su explotación en hectáreas. Todos los países de la UE tienen que ofrecer un pago básico, un pago por métodos agrícolas sostenibles (“ecologización”) y un pago para jóvenes agricultores. Como es obligatorio que los países de la UE ofrezcan estos pagos, a menudo se denominan pagos obligatorios.

Además, los países de la UE pueden optar por ofrecer otros pagos centrados en sectores o tipos de agricultura específicos. Hay regímenes específicos diseñados para ayudar a las pequeñas y medianas explotaciones, a los jóvenes agricultores, a los que operan en zonas con limitaciones naturales y/o a los sectores que atraviesan dificultades.

En junio de 2021, tras extensas negociaciones entre el Parlamento Europeo, el Consejo de la UE y la Comisión Europea, se alcanzó un acuerdo sobre la reforma de la Política Agrícola Común (PAC). Este acuerdo se adoptó formalmente el 2 de diciembre de 2021, y la nueva PAC comenzará el 1 de enero de 2023

Con la nueva PAC se introducirán cambios en el actual sistema de ayudas a la renta, adoptándose medidas para garantizar una distribución más justa de las ayudas financieras a los agricultores y trabajadores en toda la UE. Hasta 2023, se mantendrán las actuales medidas de apoyo a la renta, de acuerdo con las disposiciones del reglamento transitorio de la PAC.

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Los subsidios agrícolas se instituyeron originalmente para estabilizar los mercados, ayudar a los agricultores de bajos ingresos y contribuir al desarrollo rural[3][fuente no fiable] En Estados Unidos, el presidente Franklin D. Roosevelt firmó la Ley de Ajuste Agrícola, que creó la Administración de Ajuste Agrícola (AAA). Esto se produjo como resultado de la serie de programas, proyectos de obras públicas, reformas financieras y regulaciones promulgadas por el presidente conocidas como el New Deal. La AAA ayudó a regular la producción agrícola reduciendo los excedentes y controlando la oferta de productos agrícolas en la sociedad. Mediante el control de siete cultivos (maíz, trigo, algodón, arroz, cacahuetes, tabaco y leche), el Congreso pudo equilibrar la oferta y la demanda de productos agrícolas ofreciendo un pago a los agricultores a cambio de retirar parte de sus tierras del proceso de cultivo[4][¿fuente no fiable?] A diferencia de las subvenciones tradicionales que promueven el crecimiento de los productos, el Congreso reconoció que era necesario impulsar los precios agrícolas y lo hizo limitando el crecimiento de estos cultivos.

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Un estudio único en su género ha analizado detalladamente cómo fluyen las subvenciones agrícolas de la UE hasta el nivel local. Los nuevos datos muestran que la mayor parte de los pagos de ayuda a la renta van a parar a regiones de agricultura intensiva que ya están por encima de la renta media de la UE, mientras que las regiones de agricultura respetuosa con el clima y la biodiversidad, así como las regiones más pobres, no reciben suficiente financiación. En consecuencia, la mayor parte de los pagos van a parar a las regiones que causan más daños al medio ambiente y a los agricultores que menos necesitan ayudas a la renta.

La Política Agrícola Común (PAC) es la mayor partida presupuestaria de la UE, con una media de 54.000 millones de euros anuales. Es bien sabido que más del 80% de los pagos van a parar a sólo el 20% de los agricultores, pero no se sabe muy bien hasta qué punto estos pagos apoyan los objetivos políticos, debido a la falta de transparencia y a la complejidad de los informes.

Con la reforma de la PAC en marcha, los investigadores creen que sus resultados son oportunos, ya que existe la oportunidad de reasignar los fondos para hacer frente a los enormes retos sociales y medioambientales que se destacan en los objetivos políticos actuales, así como para crear un sistema alimentario más sostenible y sociedades rurales vibrantes.